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Ensino Superior no Brasil e no Mundo

sexta-feira, 7 de março de 2014

Reflexiones entorno a la calidad de la educación superior





Con mucha esperanza, quiero reflexionar acerca de la calidad educativa universitaria, para lo cual, consideraré tres aspectos: La normativa legal; La relación entre calidad y evaluación; El camino hacia una universidad de calidad.

Si bien, la preocupación por la calidad universitaria ha existido siempre, es a partir de la evaluación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CONEA) y más aún con la expedición del Mandato Constituyente N° 14 (julio 2008), cuando el Estado empieza a tomar las riendas como director y regulador del sistema de educación superior.

La Ley Orgánica de Educación Superior expedida en Octubre del 2010, entre los temas principales que aborda, señala el de la calidad educativa. Puntualmente, la LOES promueve una nueva visión de la educación superior, donde se da prioridad a la relación entre calidad y compromiso social, por lo que se hace necesario formar profesionales capaces de cumplir con las competencias definidas en su perfil profesional para asumir de manera óptima la problemática social en su área de conocimiento. Con este nuevo direccionamiento, surge la necesidad de implementar de manera urgente profundos cambios curriculares en la reorganización de las carreras y, para ello, debemos tomar en cuenta los resultados del aprendizaje centrados en el estudiante (Rojas, J.).

Como se puede avizorar, el nuevo marco constitucional y legal pretende construir una nueva universidad en donde, además de generar conocimiento con profundo rigor científico, esta se constituya en un referente idóneo para la solución de los problemas de la sociedad a la cual nos debemos. Con estos antecedentes, se podría decir que la educación ecuatoriana en general se encuentra atravesando una fase de crisis institucional, y en particular las universidades, tema que nos preocupa.

Ahora bien, el tema de la calidad está relacionado directamente con la evaluación, creo en que para hablar de calidad necesariamente debemos concebir a la evaluación como una oportunidad para mejorar, una oportunidad para el desarrollo y para la innovación. Por tanto, los procesos de evaluación, que apenas empiezan, no son una moda académica pasajera, sino que se han de constituir en una herramienta indispensable de política, planificación y gestión universitaria tanto a nivel de país como a nivel institucional, que tendrá permanencia debido a la necesidad imperiosa de garantizar la calidad educativa en esta sociedad de la información y el conocimiento en la que nos encontramos. Esto nos obliga, necesariamente, a ponernos a la altura de las universidades del mundo, para ser capaces de responder a la movilidad de estudiantes y profesores, de trascender tanto en nuestro contexto local como en el contexto mundial con nuestra gestión y producción académica y científico - técnica.

Al hablar de calidad se puede dar muchas definiciones, todo depende de la perspectiva con la que se analiza el concepto. Aquí viene una interrogante ¿Cuáles son los indicadores más interesantes para valorar la calidad?. La tendencia general es buscar indicadores causales de la calidad, sobre los cuales se pueda incidir para mejorar, pero esta tarea sólo cobra sentido cuando se tiene previamente clarificado el concepto de calidad educativa institucional, porque sus posibles causas variarán según la finalidad que se quiera dar a la evaluación.

Siguiendo la lógica de esta reflexión, se tiene conocimiento que el CEAACES, definió la calidad de las instituciones y de las carreras según la producción científica, por un lado, y según los resultados de aprendizaje que los estudiantes demuestren tener, por otro lado. Esto trae una implicación bastante grande, para toda la comunidad politécnica, principalmente, para estudiantes, profesores y autoridades.

Los estudiantes, son responsables de la calidad educativa de esta universidad, por cuanto su responsabilidad es asumir con dedicación su rol de actores principales de su aprendizaje, a través del aprender a aprender y aprender a investigar, que empieza con el hábito de la lectura comprensiva y crítica. Teniendo conciencia que su deber es prepararse y alcanzar las cualidades personales y competencias profesionales que les permitan contribuir a la solución de los problemas nacionales y el desarrollo del país, con libertad, ética y justicia social. Por supuesto, no están solos, para eso estamos los profesores, para garantizar una educación que responda a conocimientos pertinentes, ante el aluvión de informaciones para no caer en la info-xicación. El rol de los profesores es orientar a los estudiantes en el proceso para discernir cuáles son las informaciones clave, qué hacer con la información, ante el sinnúmero de problemas, es inevitable diferenciar los que son problemas clave.

Pero, ¿cómo seleccionar la información, los problemas y los significados pertinentes? Sin duda, desvelando el contexto, lo global, lo multidimensional estrategias metodológicas motivadoras e innovadoras, desarrollando investigación que enlace la docencia con las necesidades sociales, para lograr resultados de aprendizaje a través de una evaluación formativa y permanente, que permita demostrar con evidencias la calidad de profesionales que se forman en la ESPE.

Ahora que la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE amplía el horizonte, se necesita de los señores directivos, se involucren directamente con los procesos de mejoramiento continuo, a través de su liderazgo con visión de futuro y compromiso institucional, para desarrollar la gestión del conocimiento que implica, entre otros: perfeccionamiento del talento humano, trabajo cooperativo y colaborativo a través de redes y comunidades académicas, gestión de tecnologías y sistemas de información y comunicación, que permitan generar políticas, planificar, evaluar y tomar decisiones oportunas para mantener y mejorar la calidad de las funciones de la universidad, esto es: de la docencia, investigación y vinculación con la colectividad, o como actualmente se denomina la transferencia tecnológica.

Todo esto será posible cuando cada uno de los integrantes de esta gran comunidad universitaria seamos capaces de autoreflexionar sobre nuestra propia práctica, comprendiendo que nuestras limitaciones humanas se compensan al trabajar en equipo e interdisciplinariamente, pues esta es la vía para comprender también a los demás. El auto-examen crítico nos permite descentrarnos relativamente con respecto de nosotros mismos, y por consiguiente dejar de asumir la posición de jueces en todas las situaciones y contribuir esforzadamente desde el lugar que actualmente a cada uno le corresponde, para ser copartícipes del cumplimiento de esa misión institucional que nos convoca cada día y espera por nosotros . Como diría Thomas A. Edison, el éxito y por supuesto la calidad es “el 1% de inspiración y el 99% de transpiración”.

Tratando de sistematizar estas reflexiones, desde el punto de vista curricular son urgentes dos innovaciones: pasar de la enseñanza al aprendizaje y compensar ese aprendizaje fragmentado por asignaturas, a un proceso académico transdisciplinario que responda a la complejidad de nuestro tiempo.

              Escrito por: Prof. Dra. Aída Noemy Bedón B. 
              Dir. Unidad de Desarrollo Educativo
Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE

Fuentes de información:

Ley Orgánica de Educación Superior LOES, Asamblea Nacional del Ecuador, 12 de octubre de 2010.

Reglamento a la Ley Orgánica de Educación Superior del Ecuador LOES, Decreto Ejecutivo N° 865, R.O. 526, 3 de septiembre 2011.

Mandato 14, Consejo Nacional de Evaluacion y Acreditacion de la Educacion Superior CONEA, noviembre de 2009.

Plan Nacional Desarrollo del Ecuador, Periodo 2009 - 2013, SENPLADES, 2009.

Constitución de la República del Ecuador, Asamblea Constituyente, 2008.

——, Reglamento de Régimen Académico, Ecuador, 30 de octubre de 2013.

Ley Orgánica de Educación Superior LOES, Congreso Nacional del Ecuador, 15 de mayo del 2000