El plagio es un tema muy
antiguo que pese a que los romanos no conocieron la propiedad intelectual sin
embargo, condenaron el plagio por deshonroso.
Nuestra civilización con
todos los avances tecnológicos ha facilitado la práctica del plagio, el mismo
que debe ser condenado y calificado como
medio fraudulento, no es correcto presentar como propios resultados del
esfuerzo intelectual que no hemos sido capaces de crear.
El
gran avance tecnológico en la última década ha tenido trascendencia directa en
el desarrollo de las competencias transversales de los estudiantes
universitarios, no obstante, de manera paralela se han alcanzado resultados
nada satisfactorios sobre cómo inciden en el proceso de enseñanza-aprendizaje
las nuevas tecnologías, esto ha permitido que los trabajos de investigación
presentados no tengan el contenido científico deseado, peor aún sean producidos por su intelecto,
creatividad, visión, conclusiones y razonamiento.
De
acuerdo a estudios realizados, algunos científicos como: (Bowman, 2004). Indica
que más de tres cuartas partes de la población estudiantil han plagiado parcial
o totalmente un trabajo con información extraída de Internet al menos una vez
en su paso por la universidad.
En nuestro país y en el
mundo entero poco se ha dicho sobre esta vergonzosa práctica que representa la
posibilidad de presentar trabajos ajenos como propios sin citar la fuente.
La cita no debe asumir
las proporciones de una reproducción de las partes principales de la obra
ajena, ni debe igualar en extensión e importancia al texto original. La cita
para que sea licita debe realizarse transcribiendo los fragmentos necesarios
siempre que estos no sean tantos ni seguidos, para que no puedan considerarse
como una reproducción simulada y sustancial, sin perjuicio para el autor de la
obra de donde se toman los datos.
Los
compromisos de honestidad que firman los estudiantes al entrar en la
Universidad, no son tomados en cuenta el momento de cometer plagio, con mucha
facilidad se olvida la ética que como estudiante debe mantener ante sí mismo, y
la institución que le dio la oportunidad de convertirse en un profesional de
prestigio.
(Zamora, 2013). Un trabajo de investigación, como una
tesis, está compuesto por: introducción, marco teórico, metodología,
resultados, análisis y conclusiones. La parte fundamental es el aporte
del conocimiento que nace en el marco teórico, que da pie a la constancia
práctica. Por tanto, esta no puede ser deliberadamente copiada y peor aún
no referenciada, sea cual fuere la necesidad por obtener un grado académico,
dicho trabajo no puede, bajo ningún concepto, tener partes íntegras de un
trabajo ajeno.
Por lo tanto sería un error puntualizar que el plagio es una falta menor, o como un asunto de formalidad académica. Al contrario, el plagio es una falta grave de la honradez académica, de investigadores, docentes y estudiantes. Es un principio de honestidad intelectual que todos debemos reconocer; la deuda con los autores de las ideas, trabajos y datos que forman la base del trabajo que en algún momento de nuestra vida estudiantil y porque no decirlo profesional hemos presentado como nuestros sin serlo. Hacer pasar por propio el trabajo de otros es no sólo muestra de falta de compañerismo, sino también significa un fracaso en el proceso de aprendizaje.
El plagio deliberado es un comportamiento poco
ético practicado diariamente en el nivel Educativo y puede conducir a graves
consecuencias para la futura carrera profesional que aspiramos obtener; a la
vez que quiebra las bases y disminuye el prestigio de la institución a la cual
pertenecemos.
La tentación de cumplir
con la obligación académica a través del
menor esfuerzo posible siempre estará presente, pero el estudiante deberá
ponderar que cuando comete plagio se está engañando así mismo ya que no obtendrá
los conocimientos que sus profesores desean transmitirlos, a sus familiares que
con orgullo confían en su formación, a la Universidad con sus profesores que no
estarían cumpliendo con su papel formativo y a la sociedad en general que
aspira la mejor formación posible para
todos los estudiantes.
Muchas universidades y
centros de información ya se proveen reglamentos internos para prevenir y
reprimir el plagio sobre todo por parte de los estudiantes.
En el ámbito académico los
profesores también pueden y deben ayudar a disminuir en parte el plagio por
ejemplo dejando diferentes trabajos cada semestre y fomentando la creatividad
en sus estudiantes, así como dedicar tiempo para explicar debidamente lo que es
el plagio y algunas estrategias para evitarlo y no solamente mencionando las
sanciones que podría aplicar si se encuentra un caso de plagio.
Es evidente entonces que
el fácil acceso a todo tipo de información desde Internet, hace que sea más
urgente el tratar este problema ya que cada vez más los estudiantes dependen
solamente de esta fuente de información y son más propensos al conocido “copiar
y pegar” olvidando así la importancia de referenciar y de buscar otras fuentes
de información alternativas que complementen sus trabajos.
Por lo que se hace
necesario que tanto docente como estudiantes se comprometan a tener más cuidado
en la elaboración de sus trabajos de grado, aplicar los conocimientos adquiridos
durante su vida estudiantil, utilizar las normas existentes para que su trabajo
de grado refleje el resultado de su esfuerzo y sacrificio.
A fin facilitar la
redacción de un trabajo de grado se recomienda el uso de la Normas APA,
documento editado por American Psychological Association, las mismas que ya han
sido adoptadas por un número significativo de revistas en distintos países del
mundo, también han sido adaptadas e incorporadas en las reglamentaciones de
muchos programas de postgrado de instituciones universitarias de prestigio, ejemplo
que debemos seguir para mantener la imagen institucional y el prestigio de sus
graduados.
Señores, señoras, público
presente
01-04-2013
Escrito por: Ing. Bety Vasco Orellana, MSc. Directora de la Biblioteca "Alejandro Segovia" de la Escuela Politécnica del Ejército, Ecuador.
El texto publicado trata de un tema muy importante para todos aquellos que buscan proteger la propiedad intelectual: el plagio. La autora advierte de manera directa y sencilla acerca de la relevancia de este tema para toda una sociedad que pretenda ser verdaderamente desarrollada. Gracias a la autora por su contribución.
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